En ese oscuro jardín la voz se difumina, los sentimientos se evaporan al ritmo de los latidos de un corazón, las palabras pierden el sentido; la tinta de mi pluma, vaga entre el perfume de las rosas.

Y entre todas las rosas, ahí se encuentra la más singular, una rosa negra, que aprendió a ser diferente, a sobrevivir entre espinas y sin corona de laureles. Como un ifrit sin deseos para cumplir.

jueves, 30 de junio de 2011

De vagones y raíles, te hablo

Me apeo en el primer tren de ida pero con ignorancia del regreso, en busca de versos y metáforas que inunden vuestros recuerdos.
 Las tarifas de este vagón sin clase, son nimias, inexistentes, tanto como el viento que sopló sus cabellos, el último atardecer que soñasteis a soñar juntos.
Las ruedas traquetean, produciendo esa singular melodía que tan solo permite paso a la melancolica añoranza de sus brazos, del olor de su pelo...El olor a carbón empaña mis sentidos y me transporta a otro lugar.
Pero en este vagón la velocidad, el tiempo, los sentimientos, todo se vuelve traslucido y…
A través de las ventanas de este viejo tren atisbo vuestras miradas esperando un quizás o un tal vez que no quiso existir.

1 comentario:

  1. Y cuando el tren se aleja, sentarse en contra de la dirección en la que se dirige, dándole la espalda al futuro, permitiendo a los sentimientos perderse en esas miradas que tal vez nunca queden del todo atrás... (:

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