En ese oscuro jardín la voz se difumina, los sentimientos se evaporan al ritmo de los latidos de un corazón, las palabras pierden el sentido; la tinta de mi pluma, vaga entre el perfume de las rosas.

Y entre todas las rosas, ahí se encuentra la más singular, una rosa negra, que aprendió a ser diferente, a sobrevivir entre espinas y sin corona de laureles. Como un ifrit sin deseos para cumplir.

jueves, 30 de junio de 2011

demasiados kilómetros.


Aquí estoy bajo la lluvia.
El frío penetra mis huesos como lágrimas de hielo y la soledad viste a la noche…





Y cierro los ojos dejando que la tempestad inunde mi vida y es que hay tanta distancia de aquí al cielo, demasiados kilómetros, tantos como de ti a mi.
Escuchar el sonido del agua chocando contra las hojas, el olor del mundo mojado, sentir como el agua traspasa mi chaqueta, me hace sentir que aún estoy viva...
Pero aquí espero, tu vuelta mi vida…
Y pienso en todas las cosas que no hicimos, esos besos que jamás nos dimos, esas caricias que no te robe…
Y es que no supe ser un ladrón sobre tu piel.

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