En ese oscuro jardín la voz se difumina, los sentimientos se evaporan al ritmo de los latidos de un corazón, las palabras pierden el sentido; la tinta de mi pluma, vaga entre el perfume de las rosas.

Y entre todas las rosas, ahí se encuentra la más singular, una rosa negra, que aprendió a ser diferente, a sobrevivir entre espinas y sin corona de laureles. Como un ifrit sin deseos para cumplir.

martes, 21 de junio de 2011

Gélido como un témpano de hielo

-¿Te vas?-le pregunta con la mirada perdida en sus ojos negros como una noche sin luna.
-Si.-la contesto incapaz de mirar sus ojos, pues la amaba, pero sabia que no era digno de ella.
-¿Volverás?-A pesar de conocer la respuesta, le pregunto sosteniendo su corazón en una mano y en otro la razón, esperando que no fuera cierto ese momento, solo una pesadilla...
Entonces el la dio un beso en la frente, mientras ella trataba de agarrar ese beso, ese momento que se esfumaba como el humo de un cigarrillo...
-Quizás, algún día...-Le dijo como única respuesta a tanto amor...Y cogio las maletas en las que se llevaba su vida, su esperanza, su alma, pues estaba muerta en vida...Y cerro la puerta de la ilusión tras el.
-Adiós...-susurro ella, mientras, no conseguía ocultar el dolor y sus ojos se empañaban de lagrimas calidas, en las que se iba el calor de su corazón, sin mas suspiros, sin mas palabras.
Los dos sabian que su amor era imposible, pero jamas se acabaria...nada podria romper esa locura de amar, ni si quiera un gelido adios...
Hoy destilaran sentimientos...por que solo recordaran lo que no vivieron...
Esa es la unica certeza que queda tras un adios...la del DOLOR.


No hay comentarios:

Publicar un comentario